domingo, 20 de enero de 2008

Leyendas de Hudson: El robo de la comiquería del gordo botón. Por Cristian Claudio Casadey Jarai

Aquella noche de verano el club Atlético River Plate se había consagrado tricampeón. Las calles de Barrio Marítimo estaban desiertas. Los fanáticos festejaban el triunfo debajo del mítico obelisco porteño.

Kun, Javi y Pai estaban en la casa quinta del rico Javi jugando los tres con la playstation. Kun era un inmigrante resentido que todo el tiempo envidiaba la fortuna de Javi. A Pai solo le interesaba la amistad de Javi para poder comer ya que era sumamente pobre. Lo único que realmente los unía era la pasión por el animé. Solo eso. Nada más. El calor nocturno era sofocante. Alrededor de las dos de la madrugada empezó a lloviznar sobre la ciudad. Como era costumbre, Javi odiaba perder en los juegos. Era un pésimo contrincante y siempre terminaba peleándose con el vencedor. Kun no aguantó más los caprichos del dueño de casa y todos lo acompañaron a la estación de Hudson a tomar el último bondi a finisterre. Milagrosamente el colectivo llegó enseguida. Pai, genéticamente nacido para la delincuencia, presionó al idiota de Javi para desviarse del camino a casa y pasar por la comiquería del gordo botón.

La siniestra pareja caminaba bajo la suave caída de agua. Maravillados en su estupidez pegaron sus narices contra el vidrio del comercio. Admiraron los juguetes, las revistas, los videos...

Pal le dijo a Javi: -"Uy loco, mirá qué grosso, el art book del jeropa U - Jin, la obra cumbre del hentai.
- Dale Javi, agarrá ese pedazo de baldoza y rompé la vidriera. Yo te saco el libro."
Javi contestó: - "No viejo, me van a meter en cana".
- "Puto, putazo, escabiate una boina!" gritó Pai.
Con odio y herido en su orgullo Javi, al mejor estilo Mazinger Z usando sus puños atómicos rompió la vidriera del local. La sangre corrió y manchó el piso. Pai no desaprovechó el momento. Se sacó la campera y juntó dentro de ella todo lo que pudo. Javi le pidió que le diera el hentai.
- "Dale pelotudo, entrá y sacalo vos, bolas tristes. ¿No ves qué estoy ocupado levantando los muñecos de Macross?".

Enojado Javi tomó un vidrio y le cortó el cuello a Pai quien murió desangrado al poco tiempo.
Finalmente fueron acusados por el asesinato Javi y el gordo botón, que aunque nada tenía que ver con el crimen, la influencia de la prensa logró que fuera condenado junto al onanista.

Misteriosamente, cada vez que River gana un campeonato, corre un río de sangre frente a la ex comiquería.