viernes, 4 de enero de 2008

Sion, poesía, por Cristian Claudio Casadey Jarai

Sonaron trompetas de marfil.
El templo está derruido.
Las vírgenes de Sion
rasgando del tiempo las tinieblas
rechazaron el manantial de placeres.

Ciego el fulgor de tus ojos verdes,
apoyándome en el muro
la dicha aguarda en los confines
dentro del zafir de tus jades.

El aura suspira murmuros espesos
mientras renace el templo.
Felices las vírgenes
al vernos unidos.